MOTIVOS de las usurpaciones explicadas por sus protagonistas

Vecinos de Puerto General San Martín (Santa Fe, Argentina) piden poder acceder a terrenos municipales en cuotas. Como están hartos de las mentiras y postergaciones del intendente Carlos De Grandis, cansados de que les entregue terrenos y les construya casas para gente de afuera que vota en puerto, decidieron protestar y peticionar desde una manzana baldía en el centro de Barrio del Sol.


Los vecinos explican sus motivaciones para protestar y peticionar desde estos espacios públicos tomados. Saltan a la luz las relaciones de clientelismo, probreza sitematizada intencionalmente, engaños reiterados y malos tratos por parte del Intendente De Grandis y su entorno.

Llevaría más de 10 años usando y abusando de la necesidad y la ignorancia de miles de vecinos sobre estos procedimientos que son, justamente, para mantenerlos pobres, humillados y siempre pidiendo ayuda, que deben pagar con el voto cada dos años.

Pero la nueva generación, hijos de las familias que vienen siendo usadas hace años, van comprendiendo poco a poco los manejos de la vieja política, y se han rebelado.


Estuvieron en el predio durante cinco días hasta que el intendente aceptó recibirlos en audiencias para definir soluciones. Para asearse y otras necesidades iban de sus parientes y volvían. Algunos medios adictos al intendente difundieron falacias como que eran gente de Rosario, que "iban al baño" ahi mismo en el terreno, que robaban las casas cercanas, etc. Todas mentiras tratando de desviar el tema central que es la bronca de los vecinos por las reiteradas mentiras del intendente De Grandis y la realidad social contundente de que en 12 años de gobierno no se ha ocupado de los hijos de las familias puertenses, aunque sí de sus amigos y allegados políticos.

El Lunes 15 a mediatarde el Secretario Dantes Gómez les prometió entrevistas con el intendente desde el Miércoles y comenzaron a abandonar el predio. Al anochecer algunos que pretendían quedarse fueron invitados a retirarse por la Policía, y accedieron. No hubo disturbios allí, aunque más tarde un grupo fue hasta la casa del intendente a demostrarle su enojo con cacerolas y ruidos varios durante una hora. De nuevo la policía los persuadió a retirarse.