La lluvia provocó cortes en varias rutas de la región

Las intensas precipitaciones caídas sobre todo en el centro-norte de Santa Fe, causaron inconvenientes en las rutas 34, 8 y 11. “También tenemos problemas con el agua que está drenando de otras provincias”, dijo el director de Protección Civil, Marcos Escajadillo. Hay familias evacuadas en distintas localidades.



Las lluvias fueron intensas en la región y varias rutas santafesinas tuvieron que ser cortadas por la gran cantidad de agua acumulada sobre sus cintas asfáticas. El director de Protección Civil de la provincia, Marcos Escajadillo, recomendó a la población que “evite el viaje” por esas arterias.


De acuerdo a lo informado por la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), la ruta más complicada es la 34, entre las localidades de Cañada Rosquín y San Martín de las Escobas. El desvío para los vehículos se produce en el kilómetro 141, hacia la ruta provincial 66 a la 13 desde el sur, y al ruta provincial 10 desde el norte.


También había una interrupción del tránsito en la ruta 8, a la altura de Venado Tuerto (Km 351 a 354). El desvío se realiza por rotonda de Venado Tuerto, ruta nacional 33 y provincial 94.


Por último, APSV también informó sobre un corte en la ruta 11 a la altura de la localidad de Emilia, pero en al mediodía se liberó el tránsito, con las precauciones del caso. En la RP 4 hay problemas sobre el puente “La Nelson”, y la ruta 3 desde el kilómetro 60 al sur se encuentra intransitable (hacia el norte se puede circular con normalidad).


Marcos Escajadillo, director de Protección Civil de Santa Fe, recomendó  “A toda la población le pedimos que posponga su viaje si tienen que transitar por esas rutas”.


“Los departamentos del centro-norte de la provincia son los más complicados por la gran cantidad de lluvia caída”, que en muchos casos “supera los 150 milímetros”, añadió el funcionario del gobierno provincial.


Los departamentos de San Cristóbal, San Justo, Las Colonias son los más “afectados”, de acuerdo a lo inofrmado por Escajadillo. “Hay un gran trabajo desplegado entre bomberos, la EPE y Defensa Civil para asitir a la gente afectada”, agregó.


Escajadillo describió que “hay mucha agua que está drenando de otras provincias, por lo que estamos vigilando la situación de los ríos y los arroyos y sus posibles desbordes”.


Hay familias evacuadas en localidades de Santa Fe como Suardi, San Guillermo, Monte Oscuridad, Monigotes, Capivara. La situación también era complicada en Coronda.

Linchamiento en Barrio El Ombú, de Fray Luis Beltrán

Vecinos golpearon a joven de 19 años que disparó con una escopeta e hirió a dos personas. Luego lo entregaron a la policía a cambio “de no ser liberado”.



Un grupo de vecinos del populoso Barrio El Ombú, de Fray Luis Beltrán, se hartaron de la violencia y la impunidad de un joven de 19 años que la aprendía a disparos de una escopeta contra aquellos con quien discutía.

Así ocurrió el pasado viernes, alrededor de las 19, cuando le disparó con una escopeta calibre 14 a una pierna de un hombre de 33 años con quien sostenía una discusión, aparentemente por razones banales.

Tras la lesión y su atención en el Hospital de Granadero Baigorria, este vecino radicó la denuncia en la comisaría 5º y el joven quedó detenido, aunque a las pocas horas liberado por resolución de la Fiscalía, al no poder, la policía, secuestrar el arma en cuestión.

Al otro día, el mismo sujeto volvió a discutir con otro vecino, de 25 años, y volvió a recoger su escopeta y herirlo con varios perdigonasos.

Esto hizo, al vecindario, prescindir de las fuerzas policiales y decidirse por ejecutar Justicia por Mano Propia. Abalanzados sobre el muchacho, lograron reducirlo no sin antes forcejear e intercambiar algunos golpes. Una vez atrapado, fue víctima de una paliza casi feroz.

Una vez saciada su necesidad de ajusticiamiento, lo llevaron hasta la comisaría y lo entregaron para ser dispuesto a la Justicia, pero bajo una consigna: que esta vez no sea liberado, tal como había sucedido hacía menos de 24 horas.

Comunicada nuevamente la Fiscalía de San Lorenzo, esta vez, la repartición oficial constató que el detenido tenía antecedentes policiales por causas abiertas en la Justicia Federal de Rosario, localidad de donde es oriundo. Por tal razón, esta vez, quedó demorado en calabozo, por lo menos, hasta la aparición de esta crónica.

Las víctimas de los disparos fueron Darío Ramírez, de 33 años, el primero de los heridos (viernes pasado) y con  perdigones en una de sus piernas, aunque sin riesgo para su vida; y Ángel Fernández, de 25 años, lesionado (el sábado pasado) en sus dos piernas, y con igual diagnóstico.

En cuanto al agresor, fue identificado como Jonathan Daniel R, de 19 años, con domicilio legal en Rosario, pero que habitaba temporalmente una vivienda precaria de un amigo en el Barrio El Ombú.

Entre las curiosidades del caso, además de la inusitada violencia ejercida, tanto del victimario como luego de las víctimas, vale añadir la falta de información manejada por la Fiscalía, ya que recién tras la segunda detención de Jonathan R. confirmó que poseía antecedentes penales federales.

También la falta de información oficial aportada por la Unidad Regional XVII, que en su parte de prensa oficial solamente mencionó la detención del joven luego de concretar los disparo del viernes, acabando con ello los hechos. De no ser por la labor periodística, en este caso del informe recolectado por Silvina Cavalleri, el conocimiento de los sucesos habría quedado reducido entre sus protagonistas.

Un joven hincha rojinegro murió de un ataque cardíaco

Máximo Colello, de 27 años y domiciliado en avenida Independencia 2257 de Capital Federal, falleció en el Heca, adonde había sido trasladado de urgencia.



Una persona joven murió tras sufrir un ataque cardíaco poco minutos antes de que comience el clásico rosarino.

Máximo Colello, de 27 años y domiciliado en avenida Independencia 2257 de Capital Federal, falleció en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), adonde había sido trasladado de urgencia luego de que le realizarán las primeras maniobras de resucitación en el estadio.

El ataque le sobrevino unos 30 minutos antes de que empezará el partido y el hincha rojinegro se encontraba en el sector de plateas que da al museo.

Hasta allí llegó un equipo de la empresa de emergencia privada que tiene el club rojinegro y comenzó con los trabajos de reanimación.

Luego, por la puerta 1 D del Coloso, salió una camilla en la que médicos y paramédicos realizaban masajes cardiorrespiratorios sobre la víctima, que continuaron por espacio de 45 minutos en el móvil de la empresa.

Luego fue trasladado al Heca, donde siguieron con las maniobras de resucitación por espacio de casi una hora pero fueron vanas.

Se presentó para cumplir una condena, pero la mandaron a su casa

En una insólita decisión, la policía sanlorencina le recomendó a Raquel Murúa que volviera otro día “porque hoy no tenemos alojamiento”.



Raquel Murúa, ex oficial de policía, fue sentenciada a tres años de prisión tras ser encontrada culpable de la muerte de Mario Secundino, un joven beltranense que se dirigía a su trabajo y fue embestido por la ex policía en el intercambiador de las rutas 11 y A012.

El comienzo efectivo de la condena debía contarse desde hacía varios días, y ante el desconocimiento de su paradero y vencidos los plazos para su presentación, Murúa fue mencionada como prófuga.

Recién el pasado viernes fue cuando la mujer decidió entregarse a la Justicia, pero curiosamente, se le ofreció regresar recién entre mañana o pasado (martes y miércoles) al argumentarle que por el momento no tenían sitio disponible donde alojarla, ergo, que la superpoblación carcelaria es desbordante.

Así lo informó y denunció Gustavo Posner, abogado de la familia Secondino.

“El día viernes (por el pasado 4 de marzo), Murúa se presentó en el Juzgado de Ejecución de Penas y, para sorpresa de todo el mundo, el Juzgado le indicó que no la podían alojar porque no tenían el lugar definido, ofreciéndole que vuelva a la casa y que regresara el martes o miércoles, ya que para entonces todo iba a estar preparado”, declaró el letrado, quien aseguró que caso como este “no debe tener antecedentes en el mundo”.

Las razones por las que las autoridades de la Unidad Regional XVII le negaron su alojamiento el pasado viernes podría radicar en la falta de una celda adecuada a las condiciones que contiene la sentencia, como evitar cualquier contacto con detenidas comunes (sólo con detenidas policías) y con detenidas por delitos culposos (solo dolosos).

Sin embargo ello no parece ser argumento suficientemente válido como para informarle a Murúa que regresase otro día para cumplir efectivamente con su prisión.

Por su parte, la familia Secondino volvió a vivenciar una sensación de desazón, que arrastraron a lo largo de todo el pleito judicial.

“¡Asesina, prófuga, y encima con privilegios! Se quiere entregar y la Justicia la manda a su casa. ¿Hasta cuándo nos siguen cagando? ¡Basta, por favor!”, reprodujo en su muro de Facebook Erica Secondino, la hermana del joven asesinado.