“La indiferencia nos hace cómplice”, es una forma de sintetizar nuestro compromiso constante para que haya Justicia y aparezca Paula Perassi, la joven madre que salió de su casa el domingo 18 de septiembre de 2011 y nunca más fue vista.
“Sólo quiero que me den los restos de mi hija”, dijo una vez más Alberto Perassi, cansado de tanta impunidad y resignado a un final trágico. “Quizás haya habido algo de silencio mediático en las últimas semanas pero los abogados siguen trabajando incansablemente para encontrar un indicio, algo. Es como buscar una miguita de pan en la ciudad”, dijo Alberto.
En los últimos días, la única novedad importante fue saber que en los minutos posteriores a la desaparición de Paula “hubo varios entrecruces telefónicos entre Gabriel Strumia y un policía”, señaló Perassi y recordó: “En ese momento fui engañado, porque él (Strumia) era mi amigo. Me recomendó en ese momento que me comunique con un jefe policial (el Crio. Daniel P.) pero nunca me atendió”.
De esas llamadas telefónicas –de las que se desconoce el contenido- podrían salir pistas importantes sobre los primeros momentos de Paula al salir de su hora y también podrían descubrirse, si es que la hay, una posible connivencia policial en la causa.
Todos a Tribunales. El miércoles 18 de este mes se cumplirán dos años de la desaparición de Paula. Para recordar aquel día, y especialmente para pedir Justicia y que la causa no se cierre, familiares de la joven convocaron a un renión frente al Palacio de Tribunales sanlorencino.
“No es una marcha como otras veces. Es una reunión pacífica frente a los Tribunales, para que nos vean y nos escuchen. Las marchas fueron importantes, pero mientras nosotros las hacíamos ellos (en referencia al poder judicial local) estaban jugando al tenis en Rosario”, señaló Perassi y pidió: “Que todos estemos presentes para que vean lo que sentimos y pedimos. No es sólo por Paula, es por miles de causas que no llegan a nada”.
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