El feroz asesinato del joven, oriundo de San Lorenzo, dejó un inmenso dolor en su familia y amigos; en la zona de Gral. Lopez y Bv. Eva Perón.
Hacía nueve años que Pablo estaba de novio con Mayra Rodoni, con quien se había casado en 2010. Su pasión, el diseño de video juegos. Trabajaba en CMD, una empresa de contenidos digitales del Grupo Clarín.
Sorprendidos y dolidos por la noticia, quienes trabajan en la empresa lo describieron como “un gran compañero y, además, muy buen profesional. Su trabajo como diseñador era muy valorado”.
Junto a un amigo, Fernando Olivera, habían creado Alaparplay, empresa con la que desarrollaron apps para iOS y Android. Uno de ellos, quizás por el que sentía más orgullo, era Soul Savior, con el que se adjudicaron un tercer puesto en el Latin American Game Contest 2012.
Recientemente habían lanzado un nuevo juego en ocasión del mundial Brasil 2014, el World Car Soccer. Y su próxima creación era Car Breakers, que ya había adelantado a través de las redes sociales.
Religioso, era un ferviente seguidor de Dante Gebel, un pastor que se presenta como “el predicador de los jóvenes”.
Había salido de su casa hacia el trabajo en bicicleta, como hacía todas las mañanas. La empresa CMD está ubicada en Colonia 170, en el barrio de Parque de los Patricios. Sin embargo, al cruzar el viaducto de Avenida del Libertador y Lacroze, apareció un “ratero”, tal como lo describió el Jefe de la Policía Federal, Román Di Santo, que quiso robarle la bicicleta. Él se defendió, y su vida terminó de la peor manera.
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