
Una beba africana sorprendió al mundo al ser rescatada esta semana en un barco de juguete cerca de las orillas de la española Tarifa (Cádiz). Los brigadistas la apodaron “Princesa”. No llega al año de vida, tiene cinco dientes y profundos ojos negros que siguen cada movimiento con atención. Cuando fue hallada estaba empapada y aterida pero apenas si lloró. Un caso que da cuenta del apremio de muchos subsaharianos por dejar sus tierras.
La pequeña arribó el martes a la Punta del Santo, en Tarifa, donde atracan estos días los barcos de Salvamento Marítimo repletos de inmigrantes subsaharianos, junto a otros dos bebés, tres hombres y cinco mujeres, dos de ellas embarazadas. Pero ella era la única que viajaba sin sus padres.
Los compañeros de travesía contaron que la familia de la bebé intentó subir sin éxito a la zodiac de juguete cuando se produjo un confuso altercado con gendarmes marroquíes. Hubo pedradas y empujones –relataron en un francés atropellado– y la pareja tuvo que quedarse en tierra firme.
La beba se encuentra ahora en buen estado de salud aunque atravesó un agudo cuadro de fiebre. Le tuvieron que suministrar un antipirético infantil en pleno puerto y hacerla dormir en una bañera, arropada por una manta. Cuando se recompuso tomó de un tirón dos mamaderas llenas de leche.
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