Miles de peregrinos marcharon desde Rosario a San Lorenzo en una nueva manifestación de Fe en María.

Bajo la consigna “Madre de la Pureza, guíanos a Jesús”, se llevó a cabo la 38º edición de la Peregrinación Rosario – San Lorenzo, de la que participaron miles de fieles de toda la región.
La columna de peregrinos partió poco antes de las 8 de la mañana del domingo desde la Catedral de la ciudad de Rosario y arribó minutos antes de las 16 al Campo de la Gloria, luego de recorrer más de 20 kilómetros a través de las ciudades de Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez y Fray Luis Beltrán.
La imagen de la Virgen del Rosario, ingresó a San Lorenzo por la Ruta Nacional Nº 11 y tras cruzar el puente intercambiador de la ruta A-012 y prosiguió por bulevar Sargento Cabral, donde era aguardada por un gran número de vecinos y autoridades, entre las que se destacaron el senador provincial Armando Traferri y el presidente de la Cooperativa de Trabajos Portuarios, Herme Juárez, a quienes acompañaban candidatos del Peronismo para las próximas elecciones, Hugo Bruscaglia, Alejandro Cabral y Gustavo Nonis.

Minutos después, arribó al Campo de la Gloria, donde una multitud la ovacionó. Allí era aguardada por el intendente Leonardo Raimundo y los miembros de su Gabinete Hernán Ore y Luciana Resquín, quienes acompañaron al Arzobispo de Rosario, Monseñor Eduardo Eliseo Martín y al párroco local Fray Ángel Gabriel Gaite.

Santísima Trinidad

Como es tradicional, los organizadores de la Peregrinación, montaron un altar junto a la imagen de Jesús Crucificado del Campo de la Gloria, donde el Obispo Martín, ofició la Santa Misa en el Día de la Santísima Trinidad, frente a una multitud de feligreses de la Iglesia Católica.
En su homilía, el arzobispo rosarino, felicitó “a todos los peregrinos que han hecho esta manifestación de Fe y a los sacerdotes y laicos que trabajaron para que esta peregrinación sea posible”.

Luego recordó que “en el día de la Santísima Trinidad, contemplamos el Misterio de Dios que se nos ha manifestado en Cristo. Ya Dios no es un desconocido, ya se nos ha revelado, se nos ha presentado. En Cristo Jesús tenemos la Fe palpable y al don del Espíritu Santo”, expresó Monseñor Martín.

Luego, el jefe del Arzobispado prosiguió: “La consigna que hoy quiero recordar es ‘¿para qué estamos hechos?’. Estamos hechos para conocer, amar y servir a Dios, para adorarlo. Si nos ponemos de rodillas delante de Dios, somos libres, pero si no lo hacemos, nos ponemos de rodillas delante de los ídolos, porque nadie puede vivir sin ponerse de rodillas.

Y si no nos ponemos de rodillas delante de Dios, lo hacemos delante de la lujuria, del dinero y del poder. Nadie puede vivir sin un Dios: o tenemos al Dios y vivo y verdadero que nos ha rebelado Jesucristo, o tenemos a los ídolos que nos esclavizan, prometen la felicidad, pero no la dan. Solo Dios Padre, hijo y Espíritu Santo, puede darnos esa felicidad”, aseguró Martín.

Por último, dirigiéndose a los jóvenes que se mostraban agotados pero felices, expresó: “Nuestro corazón debe estar puesto en el cielo, con los pies en la tierra. Hay muchos hombres que viven como vagabundos, deambulando de acá para allá. Pero nosotros somos peregrinos porque sabemos que venimos de Dios y hacia Él vamos. Y no caminos solos, lo hacemos juntos, como ustedes lo hicieron desde Rosario”, concluyó.