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COMUNA DE TIMBÚES

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lunes, 4 de marzo de 2013

Un chofer recibió un brutal golpe en la ruta 11 y pudo ser una tragedia


"Recibimos agresiones todo el tiempo, pero nunca una tan grave", dijeron en la empresa Tata Rápido, donde trabaja la víctima. Fue en Capitán Bermúdez, a las 6.20. El proyectil le impactó en la frente. Un pasajero condujo el ómnibus hasta el Eva Perón.    

"Las agresiones a los colectivos y las roturas de vidrios son permanentes, pero es la primera vez que sufrimos un hecho de esta gravedad". Con estas palabras coincidieron directivos y empleados de la firma Tata Rápido luego de que a uno de sus choferes, Rubén Cobelli, le arrojaran un voluminoso taco de madera que atravesó el parabrisas del móvil, le impactó en la cabeza y le produjo una profunda herida que obligó a hospitalizarlo.
El hecho ocurrió ayer, aproximadamente a las 6.20, a la altura de Capitán Bermúdez, cuando el coche de la empresa recorría el trayecto entre Santa Fe y Rosario. Era una zona de boliches, donde había muchos jóvenes. Según el primer testimonio del chofer, que fue reproducido luego por personal de la firma, un automóvil color gris se adelantó al trayecto del ómnibus, paró poco más adelante y uno de sus ocupantes arrojó un taco de madera "de por lo menos cinco kilos", tal cual contó uno de los empleados que sopesó el proyectil.
El objeto llegó a traspasar el vidrio laminado (que normalmente se astilla) y le dio a Cobelli en el costado derecho de la frente, lo que le produjo una herida por la que el conductor del ómnibus perdió mucha sangre. El chofer consiguió estabilizar el coche, pero no pudo continuar la marcha, porque prácticamente se desvaneció. Fue entonces que un pasajero, cuya identidad no trascendió, tomó el mando del volante y dirigió la unidad hasta el policlínico Eva Perón, de Granadero Baigorria.
Ocho puntos. Una vez en ese centro médico, el hombre fue sometido a una sutura de ocho puntos. "Fue una intervención especial, porque el impacto alcanzó a una arteria de la cabeza",  Lilian Garnicas, gerente de la empresa.
Pasado el mediodía, el chofer fue trasladado al Sanatorio Británico de Rosario, donde entró a la Sala de Guardia en observación. "Tenía vidrios por todo el cuerpo", relató este diario Claudio Simo, empleado de boletería de Rosario, que recibió la noticia a primera hora y fue directamente a donde se encontraba su compañero.
Al momento de ocurrir el hecho, el ómnibus trasladaba a una decena de pasajeros; entre ellos, un policía y un gendarme

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