Después de la misa de Pentecostés, el papa Francisco rezó sobre la cabeza de un niño en medio de la plaza San Pedro y especialistas en exorcismo aseguran que lo que efectuó el máximo pontífice no fue una simple imposición de manos, sino “una oración de liberación demoníaca”. Sin embargo, desde el Vaticano su vocero Federico Lombardi, lo desmintió: “Francisco sólo oró por una persona que lo necesitaba”.
La foto recorrió el mundo: en ella se ve cómo el Santo Padre, con gesto concentrado, posa sus manos sobre la frente de un niño en silla de ruedas que parece sentirse muy incómodo al respecto. Al igual que los exorcistas consultados por la cadena vaticana TV2000, el obispo luterano Manuel Acuña, coincidió en que efectivamente Bergoglio expulsó al demonio del cuerpo del pequeño.
“Esto es algo histórico, nunca visto antes", sostuvo. "El papa toma inmediatamente el pedido del sacerdote y lo aplica con muchísima seriedad”, añadió.
Acuña –que desde hace más de 15 años realiza él también este tipo de prácticas y tiene en su haber cerca de 500 exorcismos– reveló la importancia de que se sepa concretamente lo que hizo el Papa con el pequeño. “Esto reinvindica la labor de los exorcistas”, afirmó. En tal sentido, para el obispo, amigo personal de Francisco, no es un dato menor que la cadena vaticana haya hecho público este episodio, aunque desde la curia mantengan “la prudencia”.
Acuña insistió en el poder de la oración y señaló que el mal reina en el mundo: “Hay sistemas enteros e idelogías completas poseídas por el demonio”.
Adelantó, finalmente, que el viernes próximo se realizará el Primer Congreso Ecuménico de Exorcismo en la región latinoamericana donde especialistas de Perú, México, Colombia y Argentina compartirán experiencias y discutirán sobre las formas más eficientes de dar “la batalla contra el mal”.
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