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COMUNA DE TIMBÚES

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jueves, 18 de julio de 2013

Violencia en el congreso del sindicato nacional de aceiteros

El congreso para elegir autoridades de la federación nacional de trabajadores de la industria aceitera se suspendió ayer luego de graves incidentes que dejaron un herido de bala.



El congreso para elegir autoridades de la federación nacional de trabajadores de la industria aceitera se suspendió ayer luego de graves incidentes que dejaron un herido de bala.

El congreso fue citado en Necochea, en el marco de una disputa entre el actual secretario general de la Federación Aceitera y Desmotadora, Oscar Rojas, y los obreros de las fábricas aceiteras y algodoneras de Rosario, Capital Federal, San Luis, Santiago del Estero, Tancacha (Córdoba), Entre Ríos, Lezama (Bs As) y Mendoza, que integran la lista "Verde y Blanca".

Esta lista cuenta entre sus principales referentes a los dirigentes del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (Soear). Bajo esa influencia, el gremio que nuclea a los trabajadores de uno de los sectores de mayor importancia económica del país, logró convertirse en una referencia nacional en materia de paritarias.

Enfrentados con Rojas, más de 500 trabajadores de distintos puntos del país viajaron para participar del congreso. Allí sufrieron la agresión de una patota que, como denunció en un comunicado la lista Verde y Blanca, "disparó con armas de fuego contra los propios afiliados de la Federación, dejando herido de bala a un delegado congresal de Capital Federal".

El comunicado recordó que el congreso para elegir nuevas autoridades, que durante 70 años en el predio de la federación en la ciudad de la Falda, Córdoba, "fue trasladado inéditamente con el único objetivo de tender una emboscada a los trabajadores". El lugar elegido fue el camping de Uatre, el gremio ruralista que conduce Gerónimo "Momo" Venegas, y a quien los trabajadores agredidos denunciaron como cómplice de la agresión.

"Nos encontramos con patovicas que impidieron la entrada a diez de los congresales de nuestra lista y una vez adentro, no nos dejaban mocionar y nos amenazaron con armas y elementos contundentes para sacarnos del congreso", denunciaron.

Cuando los trabajadores que habían quedado afuera reaccionaron en defensa de los congresales, "fueron repelidos con disparos de armas de fuego por la patota de mercenarios que se encontraba en el congreso". La violencia dejó "un compañero herido de bala y múltiples heridos por golpes con distintos elementos, como piedras y palos", señalaron. El congreso se suspendió y se creó una comisión normalizadora.

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