Un grupo de vecinos del populoso Barrio El Ombú, de Fray Luis Beltrán, se hartaron de la violencia y la impunidad de un joven de 19 años que la aprendía a disparos de una escopeta contra aquellos con quien discutía.
Así ocurrió el pasado viernes, alrededor de las 19, cuando le disparó con una escopeta calibre 14 a una pierna de un hombre de 33 años con quien sostenía una discusión, aparentemente por razones banales.
Tras la lesión y su atención en el Hospital de Granadero Baigorria, este vecino radicó la denuncia en la comisaría 5º y el joven quedó detenido, aunque a las pocas horas liberado por resolución de la Fiscalía, al no poder, la policía, secuestrar el arma en cuestión.
Al otro día, el mismo sujeto volvió a discutir con otro vecino, de 25 años, y volvió a recoger su escopeta y herirlo con varios perdigonasos.
Esto hizo, al vecindario, prescindir de las fuerzas policiales y decidirse por ejecutar Justicia por Mano Propia. Abalanzados sobre el muchacho, lograron reducirlo no sin antes forcejear e intercambiar algunos golpes. Una vez atrapado, fue víctima de una paliza casi feroz.
Una vez saciada su necesidad de ajusticiamiento, lo llevaron hasta la comisaría y lo entregaron para ser dispuesto a la Justicia, pero bajo una consigna: que esta vez no sea liberado, tal como había sucedido hacía menos de 24 horas.
Comunicada nuevamente la Fiscalía de San Lorenzo, esta vez, la repartición oficial constató que el detenido tenía antecedentes policiales por causas abiertas en la Justicia Federal de Rosario, localidad de donde es oriundo. Por tal razón, esta vez, quedó demorado en calabozo, por lo menos, hasta la aparición de esta crónica.
Las víctimas de los disparos fueron Darío Ramírez, de 33 años, el primero de los heridos (viernes pasado) y con perdigones en una de sus piernas, aunque sin riesgo para su vida; y Ángel Fernández, de 25 años, lesionado (el sábado pasado) en sus dos piernas, y con igual diagnóstico.
En cuanto al agresor, fue identificado como Jonathan Daniel R, de 19 años, con domicilio legal en Rosario, pero que habitaba temporalmente una vivienda precaria de un amigo en el Barrio El Ombú.
Entre las curiosidades del caso, además de la inusitada violencia ejercida, tanto del victimario como luego de las víctimas, vale añadir la falta de información manejada por la Fiscalía, ya que recién tras la segunda detención de Jonathan R. confirmó que poseía antecedentes penales federales.
También la falta de información oficial aportada por la Unidad Regional XVII, que en su parte de prensa oficial solamente mencionó la detención del joven luego de concretar los disparo del viernes, acabando con ello los hechos. De no ser por la labor periodística, en este caso del informe recolectado por Silvina Cavalleri, el conocimiento de los sucesos habría quedado reducido entre sus protagonistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario