Tras confirmar una muerte humana por la bacteria del ántrax, el Ministerio de Salud que ya la semana pasada lanzó el alerta, ordenó ahora vacunar a los animales de criadero. Pero en el sector temen que no haya suficientes dosis. La primera víctima fatal conocida era un hombre de 43 años de San Jerónimo del Sauce que murió en junio pasado en el hospital Cullen de la capital provincial. Se activó en la zona un protocolo de cerramiento sanitario.
La Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) resolvió obligar a los productores a vacunar a sus animales –sean vacas, caballos, ovejas o cabras– y a avisar ante la muerte súbita de cualquiera de ellos.
Sin embargo, como la vacunación no era obligatoria, subyace la preocupación por el stock de dosis.
Carlos Corvalán, coordinador técnico del Coporsa, dijo que hay que vacunar a 7.500.000 cabezas de ganado. Pero aclaró que no es necesario hacerlo ya, sino que se puede realizar gradualmente.
El especialista consideró que hay que ir hacia la obligatoriedad de la vacunación. Y que esa es la única manera de eliminar por completo esta enfermedad de "hace más de 40 años". En ese sentido, dijo que en la provincia de Buenos Aires la vacuna es obligatoria.
El ántrax o carbunco es una enfermedad virulenta y contagiosa frecuente y mortífera en el ganado lanar, vacuno, cabrío y a veces en el caballar, trasmisible al hombre.
Su causa es una bacteria llamada Bacillus Anthracis, que se encuentra en animales enfermos o muertos. También prolifera en los suelos contaminados por los excrementos y secreciones animales, donde incluso puede resistir activa 50 años.
Sólo se transmite entre animales o del animal al hombre pero nunca entre hombres infectados, por lo que el control es más sencillo.
Las vías de contagio son tres: cutánea, respiratoria o digestiva; ésta última es la más común y produce deposiciones hemorrágicas. Por ello hay que tener especial cuidados con los alimentos de origen animal consumidos.
En todos los casos es alto el porcentaje de mortalidad.
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