La dirigente de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), María José Jerez, no repudió las pintadas en contra de la Iglesia Católica que se hicieron en la fachada de la Catedral Metropolitana, pero admitió que esa acción perjudicó los reclamos que se hicieron durante la marcha en contra de la violencia de género.
"Si la Iglesia se preocupa por el cuidado de las paredes o se siente agraviada, nos parece un tanto ridículo. La iglesia no escucha los reclamos que les transmiten las mujeres a través de esas pintadas, sobre todo en lo que tiene que ver con el aborto legal", expresó Jerez.
Jerez habló como una de las organizadoras de la marcha que se realizó el martes en conmemoración del día internacional de la lucha contra la violencia de género.
Un grupo de manifestantes fue el que pintó el frente de la Catedral con leyendas en contra la Iglesia y a favor del aborto legal.
"Con respecto al aborto legal, la Iglesia sigue siendo la gran traba en el avance de este debate. Viene siendo quien tutela nuestros cuerpos y nuestros derechos a decidir. Yo si perteneciera a la institución estaría más preocupada por la cantidad de mujeres pobres que mueren en el año por abortos clandestinos que por las paredes de la Catedral", manifestó Jerez.
"No repudio las pintadas en la Catedral, pero reconozco como organizadora de la marcha que nos perjudicaron en nuestro reclamo", agregó.
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