Luciana González, es la novia de Jesús Ventroni, el joven de 35 años que se encuentra desaparecido desde el miércoles de la semana pasada y asegura que la última persona con la que habló el profesor, fue con ella, por teléfono, el miércoles de la semana pasada a las 23.15 hs.
Ella es una abogada penalista de Rosario, pero vive en el norte de la provincia, en la ciudad de la Reconquista por cuestiones laborales, la última vez que lo vio a Jesús fue el 2 de septiembre y dice: “la última vez que hablé con él fue el 30, hasta las 11.15 de la noche” y agrega lo que pasó después de que Jesús cortara el teléfono con ella: “a las 11.30 el mandó al colegio (Cayetano Errico de Capitán Bermúdez) un e-mail con todas las notas de los alumnos y de ahí en más al otro día lo llamé y ya no tuve ninguna novedad”.
A la joven abogada le llegaron tres llamadas perdidas a su cargo que no llegó a atender y dice: “no sé si son de él o no. Son tres llamadas a mi cargo que pueden ser de cualquier persona y no son localizables y como no tenemos el chip de su celular no podemos encontrarlo” y agregó: “nunca dejó de atender el teléfono y siempre decía a donde iba. No hay nada para rastrearlo porque el chip del celular de él está en la casa”.
“Estoy muy desconcertada, porque ese día lavó la ropa, regó las plantas, estaba corrigiendo los exámenes y quedaron arriba de la mesa, no se llevó nada, las llaves estaban colgadas en un clavito del lado de afuera dela casa”, dice Luciana.
Además, la abogada expresó que la noche que se despidieron, fue “como todas las noches, rezamos por teléfono, nos dijimos te quiero, mandamos un beso y eso fue lo último. Al otro día cuando lo llamé a las 9 de la mañana ya no contestó más”.
Respecto a la existencia de un mail, la novia de Jesús dijo: “hay un mail pero no puedo saber si es de él o si lo mandó alguien más”.
Según su novia y todos los que lo conocen, Jesús es una persona muy tranquila, estudió durante un tiempo en el Seminario San Carlos Borromeo de Capitán Bermúdez, luego decidió no ser cura y se dedicó a dar clases de catequesis como lo hace en el Colegio Cayetano Errico de Bermúdez, donde es muy querido por sus alumnos y toda la comunidad educativa.
Con Luciana se conoció hace poco más de un año atrás, cuando ambos integraban la red antimafia de Rosario, que depende de la Alameda, ahí comenzaron una relación y dejaron la red al mes siguiente.
Según su pareja, en su vivienda “estaba la luz de su pieza prendida y la del baño, ese día habíamos estado hablando de las fiestas y las vacaciones. En la casa quedó un celular cargando y el celular que se llevó no tiene chip, el chip quedó arriba de la mesa. Todos los días hablábamos mucho tiempo porque yo trabajo a 500 kilómetros y ese día hablamos hasta las 23.15” y añade: “en la casa todo estaba como una persona que va a volver. Los papeles que estaba corrigiendo sobre la mesa, al lado las notas de los alumnos”.
Mientras tanto, perros rastreadores, personal de policía y hasta un helicóptero recorren la región para dar con el joven profesor de Andino que ya hace seis días que falta de su casa.
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