
Un hecho insólito ocurrió minutos antes de este mediodía, en Bv. Urquiza y Parente, en San Lorenzo. Los dueños del Chevrolet Celta habian bajado unos segundos, quizás a contemplar la vista del río Paraná, dejando a su hijo de 12 meses en el interior del rodado. Por alguna causa que aún no está clara, el auto se cerró con seguro. Cuando el padre buscó las llaves para subir se dio cuenta que las mismas… estaban dentro del habitáculo.
Uno de los bomberos zapadores que participó en el rescate de la criatura dijo “como no quería romper ningún vidrio porque iba a asustar al chiquito decidieron llamarnos a nosotros y a la policía”. Junto con los uniformados llegó también un cerrajero que, aunque probó varias llaves y realizó muchos intentos, no pudo abrir el auto.
Con el tiempo que pasaba apremiando y la angustia del niño a la vista un bombero decidió realizar una ganzúa con un alambre y, metiéndola por la ranura de la puerta, trató de alcanzar la manija del seguro. Tras varios intentos fallidos finalmente se logró el objetivo.
“Tack, hizo el seguro, y zafó. Después listo, todo volvió a la normalidad”, dijo un bombero.
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