El paro de taxistas autoconvocados iniciado esta madrugada en reclamo de seguridad, luego de que un chofer fuera apuñalado anoche en Ayacucho y Uriburu, se extenderá hasta este jueves a las 6, según confirmaron desde el sindicato de Peones de Taxis, liderado por Horacio Boix. En tanto, los trabajadores realizaban este mediodía una caravana por el centro de la ciudad al fin de visibilizar su descontento con el gobierno provincial y su pedido de renuncia de parte del ministro de Seguirdad Raúl Lamberto. Por su parte, la Municipalidad radicó una denuncia judicial en contra de los manifestantes por impedir la circulación vehicular.
Una protesta de taxistas autoconvocados se mantenía desde la madrugada con varios piquetes y quema de cubiertas en la zona de Mendoza y Callao. La medida se decidió luego de que anoche un chofer fuera asaltado y acuchillado en Ayacucho y Uriburu. La secretaria de Servicios Públicos, Clara García, descartó que se haya lanzado un paro total de taxis pero admitió que el servicio estaba resentido. Sin embargo, horas después el Sindicato de Peones de Taxis, a través de su secretario general Horacio Boix, manifestó su apoyo a la protesta y dijo que había huelga. Por las interrupciones de tránsito sobre calle Mendoza funcionaba la línea K.
En tanto, de acuerdo a la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana radicó una denuncia judicial en contra de los taxistas por impedir la circulación.
Cerca de las 8 de la mañana los taxistas presentes frente a la casa de Lamberto hicieron una asamblea y el ministro aprovechó esa situación para salir de su casa escoltado por móviles policiales. Los choferes decidieron quedarse en el lugar por tiempo indeterminado y escribieron una carta dirigida al gobernador Antonio Bonfatti, que un grupo iba a llevar a la sede local de Gobernación, en la que reclaman la renuncia del titular de la cartera de Seguridad.
Los piquetes, en tanto, generaron un caos de tránsito en la zona. Se instalaron en Ovidio Lagos a la altura de Mendoza, San Juan y 3 de Febrero con quema de cubiertas. También en Mendoza y Callao. Los manifestantes impedían el paso de taxis y obligaban a los pasajeros a descender de las unidades. Se vivieron momentos de tensión ante esas situaciones.
Los trabajadores se presentaron en la casa del ministro de Seguridad Raúl Lamberto, con un ánimo exaltado. Denunciaron que sufren unos 8 robos diarios y condiciones de suma violencia al volante.
La medida se originó luego de conocerse que un taxista fue asaltado en Ayacucho y Uriburu este martes a la noche. El ladrón le asestó una puñalada en uno de sus brazos.
Según trascendió, los trabajadores tenían planeado repetir los piquetes en distintos puntos de la ciudad y restringir el acceso vehicular al microcentro. En tanto, los taxistas apostados frente a la casa de Lamberto anunciaron que permanecerán en el lugar por tiempo indeterminado.
En conversación con el titular de la Asociación de de Conductores de Taxis, Francisco Baez, consideró que la medida era espontánea. "Iba a pasar con tantos robos con heridos que hay. Es la desesperación por tener que trabajar y no poder", sostuvo.
Horacio Boix, en tanto, dijo que si bien el Sindicato de Peones no había motorizado la medida, la apoya en su totalidad.Por su parte, consultada por el mismo programa, la secretaria de Servicios Públicos, Clara García, dijo que ninguna organización comunicó un paro, pero admitió que el servicio estaba resentido.
“Nada justifica la invasión del espacio público, menos una intencionalidad particular”, sostuvo en referencia a la presencia de los trabajadores en la casa de Lamberto.
“Este momento nos necesita a todos, sin intereses particulares”, remarcó al tiempo que aclaró que “Uno entiende que es un oficio en donde se exponen”. “Es muy complejo el diálogo porque no hay organización que se haya contactado con nosotros”, insistió.
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