El gobierno nacional profundizó su ofensiva contra el movimiento obrero, en la previa al paro nacional contra la política económica que se realizará mañana.
 |
El gobierno nacional profundizó su ofensiva contra el movimiento obrero, en la previa al paro nacional contra la política económica que se realizará mañana. La ministra de seguridad, Patricia Bullrich, adoptó la postura más agresiva al asegurar que los dirigentes sindicales "hace años que no laburan". La conducción cegetista, más moderada, le pidió al presidente Mauricio Macri que "viva la realidad" y expresó su deseo de que esta sea la última protesta frente a la actual administración nacional.
La huelga, convocada luego de 15 meses de gobierno durante los cuales aumentó la pobreza y el desempleo y bajó el salario, desató la ira oficial. El propio presidente acusó de mafiosos a los sindicalistas y calificó a los cientos de miles de manifestantes que participaron de las movilizaciones de marzo de destituyentes y choripaneros.
Ayer, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, señaló que la huelga "no tiene consigna específica".
Desde el sindicalismo, Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que conduce la CGT, aseguró que la entidad obrera "aspira" a que el paro "sea la última protesta".
Por su parte, Bullrich denunció que los gremialistas "hace años que no laburan" y les reclamó "una jornada solidaria" para ayudar a las poblaciones afectadas en las inundaciones. La ex ministra de Trabajo de Fernando de la Rúa sostuvo que la huelga es "totalmente inexplicable".
Viviani
El jefe del Sindicato de Peones de Taxis, Omar Viviani, llamó a "dar vuelta los coches" que trabajen mañana, aunque luego aclaró que sus dichos fueron producto de que se le "salió la cadena durante una asamblea acalorada" y prometió paz. El jefe de Gabinete usó el exabrupto para estigmatizar la protesta y el Colegio de Abogados porteños denunció al sindicalismo en la Justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario