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COMUNA DE TIMBÚES

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martes, 24 de septiembre de 2013

El padre Julio César Grassi fue detenido y trasladado a la cárcel de Ituzaingó.

Jueces consideraron que la pena ya fue confirmada en dos instancias previas. El Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Morón ordenó su arresto tras haber sido condenado en 2009 por abuso sexual de menores.



El sacerdote Julio César Grassi quedó detenido ayer por orden del Tribunal Oral Criminal Nº 1 del partido bonaerense de Morón, luego de que en 2009 fuese condenado por abuso sexual de menores y tras considerar que esa pena ya fue confirmada en dos instancias judiciales.

Por unanimidad, los jueces decidieron la detención de Grassi, quien estuvo presente en la audiencia y fue retirado por efectivos de la Policía Bonaerense para comenzar a cumplir la detención en la Unidad 39 de Ituzaingó.

Los jueces Mariana Maldonado, Claudio Chaminade y Pablo Lucero decidieron revocar el régimen de libertad vigilada del que gozaba Grassi tras ser condenado a mediados de 2009, y luego de que el fiscal Alejandro Varela y dos de las tres querellas pidiesen su detención por considerar que existía peligro de fuga.

Grassi concurrió ayer a una primera audiencia a las 9, en que fue notificado de un fallo de la Sala VI de la Cámara de Casación Bonaerense, la cual el pasado jueves confirmó una orden de detención del sacerdote, porque en 2012 habló de las víctimas del abuso ante los medios de comunicación, lo que tenía prohibido como parte del régimen de libertad vigilada.

Ese fallo se sumó a otro del día anterior, en el cual la Suprema Corte bonaerense ratificó -tal cual lo había hecho antes la Casación- la condena de 15 años de prisión por "abuso sexual agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda del menor víctima, reiterado, dos hechos, en concurso real entre sí, que a su vez concurren formalmente con corrupción de menores agravada".

A la par que Grassi asistió a tribunales recusó a todo el tribunal y al fiscal Varela por considerar que habían perdido la imparcialidad y a este último por "enemistad manifiesta", al entender que había un accionar mediático de los mismos.

Pero también pidió la nulidad de la realización de una segunda audiencia convocada en principio para el mediodía, que luego comenzó pasadas las 14 horas, porque sostuvo que la misma era innecesaria para evaluar los pedidos de detención porque aún quedan apelaciones pendientes.

Pero la audiencia se realizó de todos modos ya que el tribunal rechazó ambos planteos, y las querellas y el fiscal Varela pidieron la "inmediata detención" por considerar que había peligro de fuga.

"Dejar a Grassi en libertad es casi colaborar con el delito. Siento vergüenza ante la sociedad de que continúe libre", sostuvo Varela, quien además recalcó que el religioso se fugó en dos oportunidades a lo largo de este proceso.

Por su parte, Grassi pidió seguir bajo libertad vigilada hasta que el fallo no esté firme y negó que haya amenazado a los testigos, al tiempo que acusó al fiscal Varela y a las querellas de "mentirosos" y dijo que existió una "campaña mediática" en su contra. En su defensa, Grassi dijo fue víctima de "una causa armada como la de Candela".

Luego de un receso, y cerca de las 20, el Tribunal 1 ordenó la "inmediata detención" del cura tras evaluar que "pesan sobre la cabeza del acusado tres fallos dictados por órganos judiciales confirmando la culpabilidad del encartado".

"Tenemos la obligación legal que aseguremos los fines de este proceso", dijo el tribunal, que optó por disponer la "efectivización de la detención". Así, por primera vez luego de la condena, Grassi fue encarcelado en cumplimiento de la pena dictada en 2009, luego de que la misma fuese confirmada en dos instancias, y al violar las condiciones de libertad vigilada que denunció la fiscalía en 2012.

Grassi está acusado por abuso en perjuicio del joven "Gabriel", quien habría sido atacado en la Fundación Felices los Niños, "en la mañana de un día sábado o domingo de la última quincena del mes de noviembre de 1996" y otra el "7 de diciembre" de ese mismo año.

Para el tribunal, Grassi fue responsable del abuso de "Gabriel", hechos que habrían tenido lugar en la Casa San Juan Bosco, de la fundación, en Hurlingham, y los mismos promovieron una "desviación en la sexualidad aún en formación del menor".

"Esto trae paz"

El abogado Juan Pablo Gallego, quien representa a una de las víctimas de abuso sexual por la cual fue condenado el sacerdote Julio César Grassi, aseguró ayer sentirse “conforme” con el fallo, que envió al religioso a la cárcel. “Esto trae paz a las víctimas, era lo que esperábamos y la única alternativa era la aplicación de la ley”, argumentó.

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