Llamó a la comisaría y el agente se largó a llorar

Una vecina de barrio Hostal del Sol contó que anoche, en medio de un corte de luz, se comunicó a la seccional porque la zona estaba a oscuras. El oficial que atendió, se desbordó y le aseguró que tampoco contaban con electricidad ni herramientas para prestar servicios. Terminó consolándolo.



Paradojas de la vida: llamó a la policía y el agente se largó a llorar. Una mujer se comunicó con una seccional para pedir seguridad y terminó consolando al agente. Esto le sucedió a Norma, una vecina de barrio Hostal del Sol.

“No teníamos luz y empezó a oscurecer. No se veía nada. Los vecinos empezaron a llamar al 911 y nada. Yo opté por llamar a la comisaría que está a un par de cuadras de mi casa. Estaba muy oscuro y esto es como estar en medio del campo”, empezó el relato.

Desde la subcomisaría 21ª atendieron el llamado. Fue un o una agente –Norma prefirió resguardar el género del efectivo para no comprometerlo– quien, al escuchar los reclamos respondió que nada podían hacer al respecto. Mientras intentaba explicar que en la seccional tampoco tenían luz, se largó a llorar, desbordado por la situación.

“Me dijo que estaba solo, que no podía hacer nada, que ellos tampoco tenía energía, que había un accidente y que no podían mandar ningún móvil. Me dijo que ése era el único teléfono que tenían disponible”, precisó Norma, quien calificó el hecho de “patético, gracioso y ridículo”.

“Yo no quiero mandar al frente a nadie pero esta persona estaba desbordada, empezó a llorisquear cuando se supone que uno llama para que lo cuiden. También él o ella estaba desprotegido”, advirtió.