
Una voz masculina le informó que la hija de la dueña de la línea telefónica estaba secuestrada.
“Mi madre escuchó una voz que lloraba, y a ella le pareció que era yo”, indicó Silvina, la hija de Alba, la anciana a la que quisieron pedirle un dinero en presunto rescate.
Inmediatamente, la anciana dudó e hizo algún par de preguntas a sus secuestradores que hicieron dudar de la veracidad del relato. De lo que no dudó fue llamar a la presunta secuestrada, que atendió enseguida y le dijo que se hallaba en perfectas condiciones.
“Por suerte pudo darse cuenta de un probable engaño, y así fue cuando se comunicó conmigo; estaba algo angustiada”, precisó su hija ,, quien acotó que los secuestradores “no alcanzaron a reclamarle una cifra porque mi mamá entendió la posibilidad del engaño”.
Un nuevo caso de secuestro virtual que, por suerte, no pudo concretarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario