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COMUNA DE TIMBÚES

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viernes, 28 de junio de 2013

Aceiteras, entre la falta de semillas y los rumores de despidos

Mientras desde el Sindicato de Aceiteros mostraron su preocupación tras la decisión tomada en Cargill y Vicentín, las empresas del sector buscaron quitarle dramatismo a la situación.

Aceiteras, entre la falta de semillas y los rumores de despidos


Pero además dijo que por la falta de semillas, es posible que en el corto plazo más plantas también sigan esa línea. Y todas las miradas se pusieron en la planta de Cargill en Puerto San Martín, que es una de las más viejas.
Entre las aceiteras y en realidad no parece haber mucha preocupación y desdramatizan la situación. Es más, en caso de que se paralice alguna planta hasta la cosecha próxima, aseguran, no habrá ni despidos ni suspensiones siquiera.
En rigor, lo de Vicentín es más que nada una parada técnica, de las que se suelen hacer periódicamente, en especial cuando se va a pasar de moler girasol a soja, porque va a entrar ya el grano correspondiente.
Reguera también puso como otra de las razones que ante la mayor demanda de semillas los productores cobran 5 dólares más la tonelada en esta región que en cualquier otra parte del país.
Pero si bien es cierto que a las empresa los afecta la reducción en la entrega de granos (los productores retienen, tanto a la búsqueda de preservar sus activos como para conseguir mejores precios), pero no es generalizado ni fijo el sobreprecio que los productores demandan por sus granos.
En términos económicos, se da, entonces, una confluencia de factores: por un lado ese comportamiento de los productores y por otro los costos internos de producción, por distintos factores, se han incrementado. Así, la tendencia de las empresas es a concentrar la molienda en las plantas más grandes, con mejor eficiencia como para aminorar costos por cantidad, considerando no la faltante de grano sino la estacional reducción por todos esos factores concurrentes.
Según sostienen en las aceiteras, nada de eso implica paralizar la producción sino, como digo, concentrarla en las plantas más eficientes. Son ajustes de management para preservar el empleo, a la espera de que la próxima cosecha posibilite una mayor utilización de la importante capacidad instalada, la eficiencia y, después de todo, la competitividad internacional.
Algo de este parate se dio el año pasado pero básicamente por la mayor demanda de poroto de soja por China y la sequía que redujo la cosecha esperada. Ni entonces ni ahora se prevén ni despidos ni suspensiones.

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